“Quien no conoce su historia está condenado a repetirla”, en Colombia probablemente nos olvidamos hasta de esta frase, porque entre lo medios y los políticos se han encargado de quitarnos la memoria. No cabe ninguna duda que el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán y la tensión previa al bogotazo resulta muy parecida a nuestra realidad.
En un país en el que la palabra democracia día tras día llena titulares de prensa y conversaciones de esquina, pero también día tras días asesinan a todo aquel que tenga una opinión distinta a la del gobierno.
Se puede decir que el bogotazo nunca ha terminado o que nos resulto una bomba nuclear y aún estamos siendo víctimas de la radiación causada después de la explosión. El bogotazo resulto ser el modo de callar a la oposición, un mensaje subliminal para hacer ver al gobierno como la única forma de pensar y a la oposición como criminales. El bogotazo no sólo le agregó una palabra más al diccionario, sino que además fue la vitrina en la que el gobierno de la época y otros tantos después vieron hasta donde podía soportar nuestro pueblo los daños a la democracia. Si bien en la novena conferencia no se declaro al comunismo como un delito si fue la ratificación de una forma disimulada de imperialismo sobre nuestro país.
Finalmente la sangre derramada antes, durante y después del bogotazo no ha sido suficiente y por eso por esta época hemos seguido viendo actos parecidos y hasta peores, no podemos calcular que le ha hecho más daño al país si la muerte de Jorge Eliecer Gaitán o las chuzadas a todo aquel que esté en contra del gobierno, si el asesinato por parte de las fuerzas del estado a más de 3000 personas que exigían la renuncia del gobierno o la masacre de más de 2500 jóvenes que no exigían nada. Tal vez un día recuperemos la memoria y ojalá con ella también levantemos nuestra voz, porque sólo así tendremos de nuevo la verdadera Democracia
Libereso
0 comentarios:
Publicar un comentario